domingo, 21 de octubre de 2007

Intereses cruzados. Bandamax

Con un acento semi-norteño fingido, los conductores de Bandamax se refieren sin piedad a su público como la raza. Bandamax sirve pues, como una plataforma para sus poco genuinos conductores que en realidad quieren ser actores de telenovelas y estrellas del medio artístico.
El público principal de Bandamax es específico, generalmente viven vinculados entre Estados Unidos y la República Mexicana, tienen contratada alguna compañía de cable que transmita el canal y un gusto en común: gozan de la música que va desde el género grupero hasta el sierreño. El público utiliza al canal como un vínculo, un medio con el que se identifican y se benefician al usarlo para brincar la frontera; desde dedicatorias de canciones, denuncias (en alguna ocasión una mujer habló para declarar que su ex novio le había robado su celular, se encargó de que se nombrara al “ladrón” en televisión para que todos los que vieran el programa lo reconocieran), mensajes de texto por celular, declaraciones, confesiones; todo con la ventaja de ser transmitido al aire y en ambos países vecinos. Llamar por teléfono a conocidos pierde sentido cuando existe la oportunidad de trascender por medio de la televisión y matar dos pájaros de un escopetazo, comunicarte y gozar por un par de segundos de fama.
Se trata pues de un canal de contrastes con toques surrealistas. Las mujeres siguen un esquema: ombligueras, negligés, encajes, seda, pelo suelto, ropa apretada (cuando la hay), todas jóvenes y guapas.
La especie femenina, a pesar de sus diversidades, es físicamente generalizada dentro de una Ninel Conde. Los hombres, representados por un bigote, pantalón vaquero, botas, sombrero, estoperoles (similares a los que en alguna ocasión utilizó Elvis) y cinturón ajustado por una enorme hebilla, son los apoderados de la mayoría de los videos musicales que Bandamax transmite. Los integrantes de estas bandas suelen utilizar uniformes al tocar, al mismo tiempo que encarnan sutiles coreografías, asunto común en este canal, pero cosa extraordinaria en el resto de la escena musical. Los uniformes y los bailes son parte de su identidad y colectividad, como hay equipos de fútbol, los hay en la música de banda.
El canal producido por Televisa se abastece de contenidos delirantes:
1. Los videos de los artistas que promueven siguen al igual que sus canciones un esquema narrativo, donde las imágenes reseñan fielmente la letra de las canciones.
2. Los nombres de dichas bandas no son asuntos que deban pasarse por alto; El Chapo de Sinaloa, Aarón y su grupo Ilusión, La Arrolladora Banda Limón, Intocable; son seudónimos meticulosos, atinados y llenos de folclor, que no solo revelan una ligera idea de los temas sobre los que habla su música, sino que incluso hablan de situaciones personales y las búsquedas constantes de cada músico. Junto con este fenómeno, la música se convierte también en un factor rescatable.
3. En la música de banda no hay un límite de integrantes que conformen su grupo. Sin restringirse por el género que toquen pueden llegar a ser más ser 20, dando forma así a un equipo donde cada integrante toca con orgullo su instrumento, sin importar que no sea más que una simple sonaja.
Norteñas, quebraditas, música tex-mex, son géneros de canciones que agradan lo suficiente al público para en ocasiones ser nominadas para Grammys Latinos (Montez de Durango, en el caso del presente año). Mientras los músicos que expone Bandamax muestran un lado sentimental, amoroso y pasional, los conductores que los guían se cruzan para promover algo más personal que las colectivas emociones que produce la música. Lo más probable es que sus carreras artísticas apenas estén por despegar Después de todo, el canal donde no hay espacio para anuncios, lo produce Televisa, quizá existan otros intereses por parte de la cadena reina de las telenovelas.

viernes, 5 de octubre de 2007

RENÉ BURRI, UN MUNDO

Correr con la suerte de estar en el lugar correcto en el momento indicado es un factor sustancial para lograr que una fotografía sea más que básica. La fortuna y el talento ayudaron a que crear a uno de los mejores fotógrafos del siglo XX.
Se trata de René Burri, el fotógrafo Suizo que inmortalizó al Che Guevara en 1963. Con su trabajo ayudó a convertir al revolucionario cubano en una leyenda. Sus fotografías, que a pesar de captar un solo instante, muestran a un Che que sigue vivo, que da la impresión de moverse, de sutilmente respirar.
Burri nunca pensó que se convertiría en periodista, sin embargo captar los momentos más relevantes de la segunda mitad del siglo veinte lo colocó entre los 10 mejores fotógrafos del pasado siglo.
Temprano en su carrera fue invitado a colaborar por la agencia Mágnum, sus imágenes mostraban un fotoperiodismo humanista al que pocos estaban acostumbrados en esa época. La calidad de sus fotos era evidente y al poco tiempo fueron publicadas en la revista Life.
Su primera fotografía fue a Winston Churchill, más adelante captó el Guernica de Picasso durante una exposición en Milan. Su carrera despegó y el viajó alrededor del mundo como corresponsal de la agencia Mágnum. Visitó Checoslovaquia, Egipto, Irak, Jordania, Líbano, Turquia, Siria, Italia, Francia España, Grecia, México, entre otros, donde atestiguo importantes eventos políticos y sociales. Fotografió a sobresalientes personajes como Ingrid Bergman, Maria Callas, Le Corbusier, Jean Renoir, Giacometti, Akira Kurosawa, Gabriel García Márquez, etc. A Picasso lo retrato en su cuarto de hotel, durante una cena, en una corida de toros, rodeado de niños y con su tradicional playera rayada, cautivo la esencia del trascendental pintor.
El movimiento de la nueva objetividad promovido durante los años veinte influyó en Burri, el hombre fue el centro de su pensamiento. En su obra descubre la personalidad y lleva las situaciones más allá de lo político y social. Para el, la fotografía es un medio de expresión personal donde las imágenes que genera están profundamente ligadas a el y reflejan sus propios intereses. Su trabajo lo llevo a recorrer el mundo, y con sus imágenes transmitir a la humanidad las emociones, alteraciones y bellezas del plantea sin olvidar las guerras y atrocidades que este también ha sufrido.
El Antiguo Colegio de San Ildefonso presenta como parte de la Gira latinoamericana de la gran retrospectiva: René Burri. Un mundo.
Por primera vez en México se exhibe, a lo largo de 9 salas y con más de 350 imágenes, la obra del fotógrafo con reputación internacional. La exposición presenta un recorrido a través de los temas que abarca la obra de Burri, desde sus primeras fotografías, hasta las guerras, personajes y eventos que fueron formando el mundo. La Guerra de los Seis Días, el conflicto libanés, Vietnam, la China de Mao Tse Tung, la crisis de Suez, México en el 68…
Muchas de las imágenes que se exponen son impresiones originales de la época en que fueron tomadas.
La fotografía de autor de Burrí atestiguo numerosos sucesos mundiales, sus fotografías son una ventana al mundo y el fotógrafo de 74 años vive para contarlo.
De manera adicional a la exposición, el Antiguo Colegio de San Ildefonso invita al público a participar retratando como un fotoperiodista aquello que asombra en la vida cotidiana. Para mayores informes visitar www.sanildefonso.org.mx y enviar imágenes a galeriavirtual@gmail.com

René Burri. Un mundo
se presenta hasta el 13 de enero 
Justo Sierra 16, Centro Histórico.
Martes a domingo de 10 a 17:30 horas.
Acceso $35.00 

Estudiantes credencial vigente $17.50
Martes entrada libre.