domingo, 23 de noviembre de 2008

Un verdadero libro

“A real book is not one we read, but one that reads us.”

-W.H. Auden, poeta (1907 – 1973)

Somos seres de historias. Nos encanta ser espectadores de relatos ajenos a los nuestros; y no me refiero a encantar en términos de gustar, sino a un encantamiento en un sentido mágico, de esos que arrebatan.

Nos apropiamos de las historias a las que nos acercamos, convirtiéndolas en extensiones de una realidad propia. Vivimos lo que sabemos imposible a través de estas apropiaciones momentáneas y por medio de personajes con nombre pero sin rostro.

Por ello un verdadero libro nos lee a nosotros, sabe de esa necesidad por vivir diferentes circunstancias a través de la imaginación. Tomamos los discursos que nos aporta un libro y los descontextualizamos para adaptarlos en formas que incrementan nuestro sentido.

Subrayamos diálogos enteros esperando surja en nuestra vida la situación perfecta para reproducirlos. Memorizamos conversaciones de personajes que son universales porque al estar en un libro que te lee a ti son versátiles, tienen características que se vuelven específicas porque cada lector le acuñe una propia y por lo mismo distinta.

Un verdadero libro entiende las necesidades más humanas y las relata, por eso nos termina leyendo a nosotros.