martes, 31 de marzo de 2009

El derecho a la diferencia

EL DERECHO A LA DIFERENCIA
Victoria Camps

La declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 estableció la igualdad básica de todos los humanos y las libertades políticas. La intención era noble pero no necesariamente incluyente. La teoría crítica la refutaría más adelante argumentando que si todos los hombres tenían que ser iguales, forzosamente se impone un modelo (el de occidente) sobre los demás tipos de hombres. Por ello 200 años después una declaración que valora “las diferencias particulares” es de tanta importancia y aparece después de que fueron aceptados los derechos anteriores y como una respuesta al mismo decreto.

Camps propone enfrentarse a la diversidad. Dice que la ética tiene que ser universal y que tiene que haber un derecho a la diferencia. Este derecho tiene que convivir con el liberalismo que, contrario a lo que piensan los relativistas, pretende homogeneizar en términos de derechos.

Los derechos humanos son universales y en la mayoría de los casos compatibles con la diferencia.

La propuesta de Camps es que hay derechos universales que no se pueden poner en tela de juicio. Los usos y costumbres no pueden contradecir los principios universales de los derechos humanos. Señala que hoy la ética se trata de la justicia y que sólo hay una. Es un bien transcultural, es el reconocimiento y respeto de la dignidad de cada uno, a su integridad, y el rechazo al dominio y la violencia.

La base es la Declaración Universal (a pesar de sus fallas) nos ayuda a ver de dónde venimos para construir un ideal de humanidad. Las diferencias tienen que ser defendidas siempre y cuando se conserven la justicia y dignidad. La historia nos ayuda a evitar cometer los mismos errores.

La universalidad nos obliga a respetar otras ideas y costumbres, y a castigar y reprimir las violaciones de estos derechos.

La cultura de occidente liberal se ha convertido en una cultura de masas, que lejos de llevar a las masas a la alta cultura, la convirtió en una de entretenimiento. Para Camps, la diferencia es lo que enriquece la cultura de masas.

La justicia es universal, solo hay una, mientras que los bienes humanos son múltiples. No se trata de defender y favorecer las mismas cosas para todos mientras se sacrifican las valiosas diferencias. El asunto está en que las diferencia de los bienes humanos deben de ser compatibles con lo que es justamente legislable. Así se establecen los derechos reales. Los bienes que no afecten a la justicia nunca serán condenados gracias al derecho a la diferencia.

El problema fundamental de la justicia es la ética. La justicia se construye a partir de lo que los humanos consideran como bueno. Los conflictos se apelan a la ética. Hoy, los valores culturales no se miden por los valores éticos sino por los cánones de la cultura de masas. Una cultura en cierto modo desvirtuada que se basa en el entretenimiento a costo de bajos criterios.

Tendemos hacia la homogeneización, la cultura de masas la ha propagado. Hay aspectos de la homogeneización que hay que defender, ya que es un factor que permite la comunicación sin la cual no podría existir la confrontación de opiniones. Sin embargo, Camps advierte que es importante que no todo sea homogéneo. Cultivar las diferencias culturales es una forma de hacer frente a la modernización, de compensar los defectos que ha traído. Si todo fuera igual o tendría punto discernir o juzgar. Para que funcione el diálogo tienen que haber desacuerdos.

domingo, 1 de marzo de 2009

EL CONCEPTO DE CULTURA EN LA TRADICIÓN ANTROPOLÓGICA

EL CONCEPTO DE CULTURA EN LA TRADICIÓN ANTROPOLÓGICA
Pietro Rossi

El concepto cultura ha evolucionado con el paso del tiempo. El término científico de cultura nace con la antropología que tomaba su sentido de origen de las culturas europeas.
Tylor explicaba la evolución humana como un desarrollo unilineal. Todos inician siendo una cultura primitiva que en un determinado momento llega a ser una cultura desarrollada, civilizada. Para Tylor, todos siguen el mismo camino de progreso, van avanzando en las etapas de desarrollo cultural.
Bajo esta idea cambia el paradigma. Si todas las civilizaciones empezaron en el mismo lugar, entonces la europea (tan desarrollada) había sido en un momento primitiva. Gracias a esta idea el concepto de cultura se amplió.
Boas Rechazó esta idea de desarrollo unilateral. Aunque el inicio fuera el mismo para todos, el desarrollo no tenía que ser el mismo. Consideraba que cada cultura debía estudiarse por si sola y dentro de su contexto. Así, las condiciones geográficas o naturales no necesariamente determinan a la cultura. La cultura es algo que se aprende y por ello la dimensión social es un factor importante.
Kroeber, quien fue seguidor de la escuela de Boas, consideraba que la dimensión social no tenía tanta importancia. Para él la cultura va más allá de la base biológica, psicológica o social. La cultura surge según las necesidades porque busca satisfacerlas.
Malinovski, perteneciente a la escuela funcionalista, consideraba que las instituciones eran fundamentales para estudiar la cultura. Sociedad y cultura son distintas pero correspondientes. Las instituciones son sociales pero conforman la cultura. Se trata de un intento por satisfacer las necesidades inherentes de la naturaleza humana. Cada cultura satisface estas necesidades individualmente; y siendo que las instituciones definen a la cultura, cada institución debe de ser estudiada por separado.
Sumner propuso estudiar la cultura a través de los patrones de comportamiento convencional en una sociedad (folkways) y es Murdock quien desarrolla más ésta teoría. Dado que las necesidades biológicas no determinan las resoluciones del hombre, la cultura se define por los hábitos de grupo. Lo importante está entonces en observar como surgen dichos hábitos. Una comunidad tiene una necesidad que es satisfecha por medio de un hábito. Establecido el hábito, la comunidad orilla a sus miembros a seguirlo por medio de condicionamientos que se convierten en costumbres. Éstas pueden mantenerse con los años a pesar de que no se conserve el motivo por el cual surgió.
La cultura es un proceso que se va adaptando a las necesidades humanas. Es un conjunto de formas de vida que sirven como modos de comportamiento donde cada grupo adapta su sistema de valores. Su análisis ha dejado de entenderse como se hacía antes. Los hábitos han perdido importancia con respecto a los modelos de comportamiento a los que una comunidad da validez.
Rossi rescata que la distinción entre antropología y sociología se ha vuelto más problemática porque ambas disciplinas están cada vez más cercanas. La cultura ya no se estudia desde la antropología, sino cada vez más desde la sociología.

La Economía de la cultura



La Economía de la cultura
Hugues de Varine

La cultura se ha convertido en un sector de la economía y un factor de desarrollo. Cito a De Varine, “Exceptuando los casos de guerra, la emigración nace de la incapacidad de aportar soluciones culturales a los propios problemas en el propio medio ambiente.” En otro sentido, creo que el desarrollo en el ámbito cultural puede traer consigo oportunidades de desarrollo social.
La forma de entender las diversas sociedades también ha cambiado. Mientras antes el pensamiento ilustrado favorecía la unificación de líneas de pensamiento y culturas, hoy el pensamiento está más bien orientado a enriquecerse por la diversidad. Estados Unidos, nación líder, representa perfectamente la manera en que sociedades heterogéneas se vuelven homogéneas. Se mezclan personas de diferentes culturas, raza y religión para construir una sociedad multi-étnica.
De Varine considera a los fenómenos culturales como concéntricos y los divide en 3 categorías:
1. La alta cultura que está al servicio de la burguesía. Es la cultura de prestigio.
2. Los elementos culturales tolerados. Son manifestaciones un tanto primitivas, populares, marginales o fenómenos anormales. Estos son absorbidos y van a la alta cultura.
3. Círculo de intolerancia. Aquí se reagrupa sin discriminación todo lo que excluye la alta cultura.

Hugues de Varine advierte que “el movimiento creador ha sido exterminado en menos de 500 años mediante la integración de la cultura de los ricos de occidente.”
La alta cultura, que es la esfera dominante, decide cuales son las culturas que puede admitir y cuales hay que dejar fuera. Las que acepta las adapta y hace suyas. Les quita así su valor original para convertirlas en un producto de consumo, listo para servir como un objeto de identificación para el ser humano.

Imagen: Fragmento de Cuadrados con círculos concéntrico de Wassily Kandinsky