domingo, 30 de septiembre de 2007

M.I.A

Kala
(XL Recordings, 2007)
http://www.miauk.com/

por Isabel Gil

El mensaje de Make trade fair que promueve el comercio justo entre gobiernos, instituciones y corporaciones multinacionales repetido por Chris Martin, y DATA, la organización de Bono que lucha contra el Sida, son importantes acciones en pro de la sociedad global, sin embargo Maya Arulpragasam prefiere hacer este tipo de actos a su manera. El medio es su música que, tatuada de agresivas declaraciones, reta al status quo mientras defiende al tercer mundo. Su obra tan personal y marcada de discursos políticos (en ella lo político es personal) es un arma que encara las bases éticas, cuestiona los sistemas y desafía los límites de la expresión.
Maya a/k/a M.I.A, nombre que ella adopta haciendo referencia a los soldados perdidos en combate, es hija de un militante Tamil de la guerra revolucionaria en Sri Lanka. Refugiada desde su infancia en Londres y expuesta a la particular escena musical de rap y hip-hop de los ochenta, ha evolucionado a convertirse en una activista que oculta bajo una mezcla de ritmos contagiosos y agradables, vívidas imágenes de guerra, dinero, migración y poder que cuestionan el curso de nuestros valores.
M.I.A no es cualquier artista pop que en sus videos musicales abuse del maquillaje y la tecnología para presumir su “insuperable” aspecto físico. En sus presentaciones relega las coreografías complicadas y las actuaciones sobre-estudiadas para crear videos como “Sunshowers”, que sin ser grosero o explícito fue censurado por mencionar a la Organización para la Liberación Palestina (like PLO don´t surrendo).
A pesar de ser menos ambicioso por seguir a su obra prima, en Kala, su reciente producción musical, M.I.A refuerza su estilo característico con el que vulnera los lugares cómodos y genera provocativas controversias. Un híbrido de ritmos de hip hop, reggaetón y pop que se completa con voces inocentes de niños tercermundistas víctimas de las presiones de un primer mundo y contraposiciones musicales de ruidos de tanques, coches, balas y máquinas registradoras. Los atinados y poco convencionales versos que acompañan su métrica, son palabras que por coloquiales corren el riesgo de perder peso si no son escuchadas con atención. “Boyz”, es un canto a los nuevos warlords antes que otra canción pegajosa.
El resultado es más que un álbum ruidoso, sarcástico y determinado concebido por una artista que se acerca cada vez más a ser la Banksy de la industria musical. M.I.A, imposible de estereotipar, inconforme y subversiva aparece como una vocera electa por minorías y audiencias internacionales. Su mensaje… La esencia del tercer mundo pierde su valor con el contagio y la imposición.





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